Patología de la ATM (articulación temporomandibular)
La ATM es la articulación gracias a la cual abrimos y cerramos la boca. Casi un 50% de la población presenta alguna alteración funcional del sistema masticatorio. Esto puede originar molestias, como limitaciones al abrir y/o cerrar la boca, ruido o chasquidos en la zona de las articulaciones, dolor referido en el oído, cuello, espalda, mandíbula y dolores de cabeza.
El tratamiento pasa por restablecer el equilibrio entre músculos, dientes y las articulaciones mediante técnicas ortodóncicas, protésicas o bien mediante la utilización de placas de descarga (férulas) de diferentes tipos.

Problemas en la ATM
CAUSAS DEL MAL FUNCIONAMIENTO
Las causas del mal funcionamiento de la articulación temporomandibular son variadas. Entre ellas, cabe destacar las siguientes:
fracturas
luxaciones
bruxismo (apretar o rechinar los dientes)
artritis
prótesis que no encajan bien
estrés
mascar chicle
morderse las uñas
morder bolígrafos…
SÍNTOMAS
El síntoma fundamental de los trastornos de la articulación temporomandibular es el dolor referido a otras zonas del cuerpo (el oído, el cuello, la mandíbula, la cabeza, la columna cervical o la cintura escapular).
Además de dolor, pueden presentarse también otros síntomas:
Inflamación
Limitación de la apertura y los movimientos de la boca (dificultad al abrir mucho la boca o bloqueo de la mandíbula)
Ruidos en la articulación (crujidos al abrir la boca o al masticar alimentos).
Mareos, pérdida de equilibrio
Contracciones musculares...
TRATAMIENTO
Los tratamientos de los trastornos de la ATM son diversos y dependen de las causas que los provocan y del grado de afectación. Además, los resultados son mejores cuanto antes se comience a tratar esta patología.
En algunos casos puede bastar con la reeducación en los hábitos de masticación y en la dieta o con el control del estrés.
Los antiinflamatorios y los relajantes musculares suelen ser efectivos a la hora de calmar el dolor y la inflamación.
Sin embargo, pueden ser necesarios otros recursos terapéuticos, como el empleo de férulas, prótesis u ortodoncia, rehabilitación, artrocentesis, artroscopia (diagnóstica y terapéutica) o cirugía.